DUELO MIGRATORIO

El duelo migratorio es el proceso al cual se enfrentan todas aquellas personas que viven en otro país que no es su país de origen. En algunas ocasiones las personas emigran no por deseo propio, sino por necesidad, como es el caso de las personas que provienen de países en conflicto o países con una situación política inestable. Por otro lado, aunque los motivos por los cuales las personas emigren a veces puedan ser buenos (nuevas oportunidades de trabajo, nuevas experiencias, nuevos lugares que visitar…), esto no quiere decir que no exista un malestar psicológico por haber dejado atrás el país de origen.

El duelo migratorio no es el único problema al que se enfrentan las personas que están lejos de sus casas. Algunos problemas comunes también son:

• Afrontar la soledad
• Dificultades con el nuevo idioma
• La toma de decisiones importantes (ej. ¿me quedo o me vuelvo a casa?)
• Dificultades para encontrarse a uno mismo
• Sensación de no pertenecer a ningún sitio
• Miedo e incertidumbre acerca del futuro
• Dificultades a la hora de mantener las relaciones en el país de origen

En ocasiones, mudarse a otro país puede ser la fuente del malestar. En otras ocasiones, sin embargo, la migración es solamente el detonante de algo que llevaba más tiempo debajo de la superficie. Cuando las cosas no nos van bien, es habitual depositar muchas esperanzas en los grandes cambios. Por ejemplo, si no estamos satisfechos con nuestra trayectoria profesional, podemos pensar que al cambiarnos de país todo mejorará. O podemos habernos mudado de país en busca de una vida nueva, tras haber pasado por un momento personal difícil. Pero la realidad con la que muchas personas se topan es que los problemas no desaparecen por arte de magia cuando uno se muda, sino que a veces el problema que había de base vuelve a resurgir al cabo de un tiempo.